Hoy 21 de marzo celebramos el Día Mundial de la Poesía y desde Libros de las Malas Compañías, queremos recordar a Rosalía de Castro, quien aparece en el libro Maravillosas, una invitación a trazar la genealogía femenina de un barrio.
El Día Mundial de la Poesía conmemora una de las formas de la expresión e identidad y lingüística de la humanidad. La poesía, practicada a lo largo de la historia en todas las culturas y continentes, habla de nuestra humanidad común y de nuestros valores compartidos, transformando el más simple en un poderoso catalizador del diálogo y la paz.
Rosalía de Castro nació en Santiago de Compostela en 1837 y murió en Padrón en 1885. Ella fue una escritora española en lenguas castellana y gallega, perteneciente por línea materna a una familia noble. Su adolescencia estuvo dominada por una crisis debida al descubrimiento de su condición de hija ilegítima de un sacerdote, y por una delicada salud, que jamás mejoró.
Su primer libro, La flor, se publicó en Madrid en 1857 y recibió buenas críticas de Manuel Martínez Murguía, con quien Rosalía de Castro contrajo matrimonio al año siguiente. Vivió en medio de constantes dificultades económicas, dedicada a su hogar y a sus hijos.
Su poesía muestra ansiedad, una inquietud angustiada ante extraños presentimientos que se perciben como propios en el más cercano entorno. Además, proyectó un conjunto de magníficas visiones del paisaje gallego en las que predomina una atmósfera gris de tristeza indefinible. Esa sensibilidad fue la que transportó una concepción de la naturaleza como la de una realidad animada, misteriosa, y cuyos signos más visibles hablan de una vida doliente.
Desde Libros de las Malas Compañías queremos recordar en este día a esta mujer, una de las protagonistas de nuestro libro Maravillosas y que mostró su pasión y sentimientos a través de la poesía. Porque este día es la ocasión para honrar a los poetas, y así revivir las tradiciones orales y promover la lectura, la escritura y la enseñanza de la poesía para que los sentimientos puedan encontrar su modo de ser expresados.
Ana Galindo