Ha pasado casi un mes desde que en España nos encontramos confinados en nuestras casas. Aislados, pero seguros, más o menos tranquilos y abastecidos. Inevitablemente, a lo largo de este tiempo, el COVID-19 ha llegado también a África, un continente en el que la mayoría de sus habitantes no están ni seguros ni tranquilos ni abastecidos. Tal es la situación de los niños talibés de Senegal.
Estos niños, procedentes de las familias pobres que viven en las zonas rurales, son enviados por sus padres a la ciudad de Saint Louis para estudiar el Corán en la escuela (daara). Allí, muchos de los maestros (marabús) les obligan a mendigar si quieren comer. Sin embargo, el avance del coronavirus ha extendido el miedo entre la población y ha motivado que se refugie en sus casas, provocando que las limosnas con las que sobreviven los niños talibés desaparezcan. Muchas de las familias de estos niños han reclamado su regreso, pero las medidas de prevención tomadas por el Gobierno lo impiden, ya que se ha prohibido el viaje entre regiones.
Con apenas comida, techo e higiene, los niños talibés se han convertido en uno de los colectivos más vulnerables ante el coronavirus en este país. Por ello, desde Libros de las Malas Compañías nos hemos puesto a trabajar para auxiliarles, ya que la ayuda de las Naciones Unidas se está retrasando.
¿Cómo?
Grabando en formato de audio «El dragón que se comió el Sol y otros cuentos de la Baja Casamance» y subiéndolo, cuento a cuento, a nuestra recién creada cuenta de iVoox. Esta red social funciona con un sistema de mecenazgo a través del cual podréis colaborar con nosotras en esta labor, obteniendo a cambio acceso a nuestro contenido especial. Aunque el importe mínimo sea de 1’50 €, vosotros seréis quienes elijáis cuánto podéis y queréis aportar. Todo lo recaudado se destinará a la organización solidaria senegalesa La Maison de la Gare y la Asociación Intercultural Afrocanaria Diakhase del músico Khaly Thioune, quien acompaña a la narradora Ana Griott (Ana C. Herreros) en las grabaciones.
Nuestra preocupación por el estado de precariedad en el que se encuentran los niños talibés de Senegal en esta emergencia sanitaria provocada por el coronavirus, nos ha hecho desear que los beneficios de este primer proyecto de iVoox vayan destinados a ellos. Sin embargo, nos gustaría dedicar cada mes a un colectivo o proyecto solidario diferente.
¿Nos ayudas?