En Libros de las Malas Compañías queremos reivindicar la tradición oral de los pueblos. Generalmente, no somos conscientes de la importancia de la tradición oral en nuestras vidas, pero ¿y si os dijéramos que fue clave para la identidad de Noruega como país? Para argumentar la necesidad de su independencia de la Corona de Suecia, se buscó el espíritu del pueblo en una recopilación de cuentos tradicionales, puesto que no solo sirven como entretenimiento, sino que son un reflejo de la propia historia de los pueblos. Hemos hemos rescatado más de 100 cuentos en la antología de Cuentos noruegos (Norske folkeeventyr), que en su momento sirvieron para conseguir que el noruego se considerara una lengua y no un dialecto. Contiene también más de 120 grabados de los pintores escandinavos más célebres de la época, entre ellos Theodor Kittelsen, autor de la ilustración de la cubierta. La magia y la naturaleza están presentes en todas estas historias, que tienen como protagonistas a trolls gigantes, princesas ingeniosas y astutos ladrones. Los autores Asbjørnsen y Moe se inspiraron en los famosos hermanos Grimm, coleccionistas de cuentos alemanes, que reconocieron y alabaron abiertamente su labor, afirmando que eran “los mejores cuentos que existen y sobrepasan a cualesquiera otros”.
Además, no debemos olvidar que los cuentos populares no son exclusivamente infantiles, antiguamente muchos de ellos contenían alusiones eróticas y chistes, que sólo los adultos podían entender, ya que estaban pensados para entretener a todo el mundo. Estas versiones no se han conservado tan bien porque los recopiladores a menudo pertenecían a la Iglesia y los convirtieron en relatos didácticos o moralizantes, aptos para niños y niñas. Sin embargo, hemos recuperado algunos de estos cuentos que sobrevivieron en archivos privados y hemos publicado los Cuentos prohibidos noruegos, compuesto por 50 historias. Esta colección es relevante porque deja ver la auténtica voz popular sin filtros. Es una obra valiosa para los aficionados a los cuentos populares y, sin duda, una lectura entretenida para cualquiera.
Por otra parte, Ceniciento es una selección de los cuentos populares noruegos, en los que Ceniciento (Askeladden) es el protagonista indiscutible. Se llama así porque es el que cuida del fuego, símbolo del hogar. No compite con sus hermanos, no guarda rencor y afronta los problemas sin violencia y pensando bien antes de actuar. Es capaz de reconocer cuando tiene miedo o cuando está confundido, dando muestras de una enorme humanidad y es esta humanidad justamente en lo que encuentra recompensa. Es un libro ilustrado para todas las edades que tiene como enseñanza que hay otras maneras de ser hombre, cuidando del entorno y valorando lo que muchos otros pasan por alto. Se le ha llegado a considerar la personificación de las cualidades noruegas, puesto que es el más joven, el más pequeño y el más débil de tres hermanos — refiriéndose a la posición que ha mantenido históricamente con Dinamarca y Suecia —, pero inteligente, audaz y paciente.
Hoy, queremos celebrar lo que estos cuentos suponen para la identidad noruega y queremos reconocer a su vez la labor de Asbjørnsen & Moe, que se dedicaron a recopilar fuentes orales y redactarlas de una manera accesible e innovadora, manteniendo elementos y expresiones regionales y preservando así la memoria de un pueblo desde tiempos remotos. Por esta razón, estos tres libros han sido clave para el desarrollo de la literatura y la lengua noruega.